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jueves, 2 de febrero de 2017

RESIDENT EVIL 4: LA RESURRECCIÓN. La saga de Resident Evil, cuarta parte.


RESIDENT EVIL 4: LA RESURRECCIÓN
Resident Evil: Afterlife, Paul W.S. Anderson, 2010

Para todas las sagas cinematográficas que han superado la tercia de películas es un reto continuar. El formato de trilogía que heredamos de los antiguos griegos suele ser estricto y celoso. La mayoría de las franquicias cierran sus líneas argumentales en la tercera parte y, si hay oportunidad de hacer una cuarta, más que una continuación, será un reinicio de la serie. Los ejemplos abundan: Halloween 4: el regreso de Michael Myers (Little, 1988), Pesadilla en la Calle del Infierno 4: El Amo de los Sueños (Harlin, 1988), Alien: la resurrección (Jeunet, 1997), Saw IV (Bousman, 2007), Hellraiser IV (Yagher, 1996)... son todas ejemplos de sagas que comenzaron con otra línea a partir de la cuarta parte. Pero Resident Evil no. La cuarta parte es una continuación directa de la tercera... aunque poco le importa.


    La historia sucede seis meses después del final de Resident Evil 3: La extinción (Mulcahy, 2007). Alice (Milla Jovovich, claro) encabeza un ataque frontal a los cuarteles generales de la Corporación Umbrella, en el subsuelo de Tokio. Luego de una pelea encarnecida con el director Albert Wesker (Shaw Roberts quien, de hecho, audicionó originalmente para el papel de Chris Redfield), Alice pierde sus poderes sobrehumanos y viaja a Alaska para reunirse con Claire Redfield (regresa Ali Larter en un papel que no le va). Sin embargo, al llegar allá, Alice descubre que los sobrevivientes de la caravana de Redfield han desaparecido y que la misma Claire se encuentra bajo una especie de control mental. Por razones poco claras, Alice viaja a la devastada ciudad de Los Ángeles, donde se refugiará con un grupo de sobrevivientes atrincherados en una cárcel abandonada. En dicha prisión se encuentra cautivo, por razones desconocidas, un prisionero peligroso: Chris Redfield (Wentworth Miller de la serie de TV Prison Break [2005-2009]... haciendo en esta película básicamente el mismo papel que en la serie... igual que en Alien vs Depredador 2 [Hnos. Strause, 2007]…), el hermano perdido de Claire.


    ¿Recuerdan el final de Resident Evil 3: La extinción en el que Alice armaba un ejército con sus clones y se disponía a atacar Umbrella? ¿Verdad que prometía ser una batalla de proporciones colosales? ¿Verdad que emocionaba? Bueno, pues mejor olvídenlo, porque esa línea argumental se agota cuando apenas si han transcurrido quince minutos de esta cinta. Y, de todos modos, quizá no está tan mal, porque el CGI con el que lograron multiplicar a la Jovovich está de risa. Nunca he estado completamente seguro, pero me parece que el vestuario que usa Alice en esta parte de la película es una referencia al utilizado por el personaje de Regina, protagonista del videojuego Dino Crisis (Capcom, 1999), un bien logrado autofusil de los Resident Evil. ¿Y cómo le hicieron los clones de Alice para desarrollar poderes psíquicos equiparables con los de la original? El Dr. Isaacs en la cinta anterior dijo que no podían...




    Esta fue la primera película de la saga en filmarse en formato 3D... y parece niño con juguete nuevo. La fotografía presta mucha más atención a lucir el 3D que a realmente conformar una narrativa eficiente. Esto resulta en un abuso de la cámara lenta y una pérdida de la profundidad de campo en la mayoría de las tomas abiertas que delata el uso de escenarios virtuales. Los cuales, por cierto, se ven horribles. El CGI sigue siendo malo, incluso me parece que se ve peor que en la peli anterior. Pero bueno, no es algo tan malo, porque sí me sacó varias carcajadas. Las escenas en la cabina del avión se ven tan chafas que harían sonrojar a Roger Corman... y también me hicieron reír.


     Pero nada se ve tan falso como los sobrevivientes en la cubierta del buque Arcadia al final de la peli. Creo que los juegos de Resident Evil en el primer PlayStation se veían más reales. Aunque debo reconocer que la escena se filmó en los muelles de Toronto, mismos que fueron retirados digitalmente y casi no se nota. También debo reconocer que la escena del cementerio de aviones, en la que sólo había siete aviones reales, se ve decente.



    Hablando del avión, ¿qué onda con esa escena en la que Alice aterriza en el techo de la prisión? Es innecesariamente larga. No aporta nada realmente a la historia y más bien me hace pensar que a los realizadores ya les habían aburrido los zombies ‒tal vez los zombies serían más interesantes si no hubieran usado máscaras de una sola pieza para la mayoría de ellos‒. También es interesante la secuencia subacuática, que me recordó a La aventura del Poseidón (Neame, 1972)... sólo que en aburrida. Quiero decir, ¿para qué sirve esa secuencia si no pasa nada hasta que los personajes salen del agua?


    Además de los zombies, nuevas criaturas y elementos fueron introducidos al universo cinematográfico de Resident Evil, casi todos ellos tomados directamente del videojuego Resident Evil 5  (Capcom, 2009)‒aunque el interior del barco me recordó a un escenario en el juego Resident Evil: The Umbrella Chronicles (Capcom, 2007)‒. Así, en pantalla aparecen los superpoderes de Wesker, el artefacto con forma de escarabajo que controla la mente, los majini ‒de verdad, son hilarantes‒ y el gigante armado con un hacha conocido como Executioner (Raymond Olubawale). Cómo, cuándo o por qué aparecieron los majini o los zombies mutaron en majini o de dónde diablos llegó el Executioner son misterios que la película no se toma la molestia de explicar.
    El resto de los personajes son prescindibles y anodinos, y... ¿Qué más da? Ya sabemos que se van a morir porque ni son Alice ni salieron en los videojuegos. SPOILER Al menos regresan K-Mart (Spencer Locke) y, en un epílogo que la muestra ahora como villana, Jill Valentine (Sienna Guillory, lo que todos esperábamos)‒.TERMINA SPOILER


    El guión es poco claro y, mientras uno está viendo la película, le causa esa desagradable sensación de que no está llevando a ningún lado. Además, deja demasiados cabos sueltos, como el hecho de que Alice supuestamente pierda sus poderes, lo cual es completamente irrelevante para la trama porque ella puede seguir haciendo acrobacias y resistiendo golpizas brutales sin mayor empacho. En su favor diré que había una secuencia en la que se explicaba que la sangre de Alice peleaba contra los anticuerpos inyectados por Wesker y por eso conservaba parte de sus habilidades; sin embargo, la escena fue eliminada del corte final de la cinta.


    A final de cuentas, Resident Evil: La resurrección es quizá la peor cinta de la serie. Resulta aburrida, inverosímil y parece demasiado desesperada por incorporar las últimas adiciones de la franquicia de entretenimiento electrónico en la saga fílmica. Es decepcionante que, básicamente, manda a volar la línea argumental planteada por la peli anterior; pero es más decepcionante aún que no tenga prácticamente nada con qué sustituirla. Además, siempre me ha parecido que la película dura más de lo que debería, como que toda la parte del Arcadia se siente forzada y, a final de cuentas, parece que la cinta no tiene en realidad un hilo conductor y que sólo son un montón de cosas que pasan y ya. Ni siquiera hay toma topless de Milla Jovovich en ésta.



PARA LA TRIVIA: Ésta es la única película de la saga que no incluye un plano detalle del ojo de Alice, lo cual es una referencia directa a las pantallas de inicio de los primeros videojuegos de la serie.
PARA LA TRIVIA GEEK: El primer videojuego de la saga estaba planeado para ser un First Person Shooter al estilo de Doom (id Software, 1993); pero Shinji Mikami, director del proyecto, creyó que el juego funcionaría mejor como Survival Horror, por lo que decidió retomar la perspectiva en tercera persona del videojuego de más exitoso del género hasta el momento, Alone in the Dark (Infogrames, 1992).

Guión
0
Dirección
1
Actuación
0
Fotografía
0
Música
1
TOTAL
2



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