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miércoles, 26 de junio de 2013

JUEGOS MACABROS. Los seis primeros capítulos de la saga de Saw.


JUEGOS MACABROS: LA SAGA DE SAW

Atendiendo a la petición de un amigo que casualmente coincidió con mi interés personal, me aboqué a la tarea de revisar a detalle cada una de las entregas de la saga de películas de horror más exitosa de todos los tiempos. El éxito de la saga de Saw ha sido tal que, desde su estreno y como lo hicieran las pelis de Viernes 13 en su momento, prácticamente cada año se estrenó una secuela.
    Lo que sí debo decir es que fue un tanto difícil para mí escribir la segunda mitad de este artículo, pues la verdad me costaba trabajo recordar de qué se trataban las últimas tres películas… al final todas terminaron siendo prácticamente iguales. Del mismo modo, con tantas vueltas de tuerca en la historia, me resultó complicado escribir la sinopsis de cada película de forma que sonara coherente sin revelar demasiados spoilers.
    Todas las entregas de la saga han tenido sus aciertos y sus lados flacos, y algunas son mucho más memorables que otras. Así pues, he aquí mi crítica de cada una de las películas de la franquicia Saw.

1.- JUEGO MACABRO
Saw, James Wan, 2004.
Dos hombres encadenados, una llave, un teléfono celular, dos seguetas y un cadáver en el piso de un cuarto de baño abandonado es lo único que se necesita para crear un nuevo clásico del cine de horror.
    El Dr. Lawrence Gordon (Cary Elwes) y el fotógrafo Adam Faulkner (Leigh Wannell), supuestamente desconocidos el uno del otro, se despiertan encerrados en el citado cuarto para descubrir que han sido secuestrados por el asesino serial (técnicamente no lo es, pues nunca ha matado a nadie) conocido como Jigsaw, quien les propone un sádico juego del que sólo uno de ellos podrá salir vivo. Mientras tanto, el detective David Tapp (el siempre genial Danny Glover), quien vive obsesionado con la idea de atrapar a Jigsaw, le sigue la pista y ahora está más cerca que nunca de atraparlo.
    El proyecto que dio origen a esta peli fue como una bola de nieve que creció cada vez más y más. Wan y Wannell, creadores de la cinta, filmaron un cortometraje de diez minutos en el que condensaban la propuesta de Saw, y el resultado fue genial. Utilizaron este corto para recaudar fondos de diversos productores y convertirlo en un largometraje. Una vez que hubieron filmado el largometraje, pretendían que saliera a la venta directamente en DVD; sin embargo, tras proyectarlo en el festival de Sundance, atrajeron la atención de Lionsgate, casa productora que se animó a distribuir la peli en cines.
    Es cierto que mucho del éxito de esta película se debió a su incorporación de elementos del cine gore, que más bien solía ser una cosa medio underground, al mainstream cinematográfico. Este filme, para bien o para mal, comercializó el cine de descuartizamientos y destripados, y lo puso al alcance del espectador consumidor de palomitas.
    Sin embargo, el verdadero logro de la cinta es sin duda su guión. Se trata de un thriller policiaco altamente efectivo y altamente inteligente, en el que las vueltas de tuerca están a la orden del día. Una narrativa dinámica y no del todo lineal, y personajes típicamente melodramáticos, pero escritos con mucho cuidado, dan como resultado un genial filme de suspenso cuya llamativa envoltura de hiperviolencia logra atrapar al voyeurista dentro de cada espectador.


2.- JUEGO MACABRO II
Saw II, Darren Lynn Bousman, 2005.
Conociendo el hecho de las ganancias exponenciales, absurdas, ridículas y hasta obscenas que generó la cinta anterior; no es de extrañar que apenas un año después de estrenar la primera parte, los productores decidieran lanzar una secuela. De los dos creadores originales del concepto Saw, sólo Leigh Wannell permaneció a bordo.
    Tras encontrar a la última víctima de Jigsaw, el detective Eric Matthews (Donnie Wahlberg) sigue las pistas que lo llevan a descubrir el paradero del sádico genio y a arrestarlo casi sin esfuerzo alguno. Pero como las cosas no podían ser tan simples, Matthews pronto descubre que Jigsaw se dejó atrapar como parte del plan de su nuevo juego. Esta vez, la sádica competencia incluye a ocho desconocidos, incluido el hijo de Matthews (Eric Knudsen), atrapados en un edificio abandonado lleno de trampas mortales. Uno de los prisioneros es la clave que une a los ocho, otro de ellos es un aprendiz de Jigsaw infiltrado. Jigsaw ha liberado un gas letal en el edificio y los infortunados cautivos deberán obtener el antídoto trabajando como equipo... o no.
    Bien dice el dicho que “segundas partes nunca fueron buenas” y esta película es un ejemplo perfecto de ello. Aunque el planteamiento de la historia y el argumento no son malos de por sí, la realización deja mucho qué desear. En general, en esta película se notan las prisas por sacar una secuela que sea “más grande” y “más impresionante” que la cinta original (carambas, pues no todos pueden ser James Cameron).
    El resultado final es una película muy desigual, pues como se dice comúnmente “se notan las costuras del vestido”. Es evidente que el guión de esta cinta fue escrito por dos personas distintas: Mientras Leigh Whannell escribió las escenas de Jigsaw (finalmente, fue co-creador del personaje), Bousman se encargó de las escenas de los prisioneros… ¡Y la diferencia casi se puede cuantificar! Aquellas escenas están mucho mejor logradas y emplean muy sabiamente su ritmo y su tono, mientras que éstas dependen del efectismo y de un tono histérico para funcionar.
    Creo que después de la séptima película, ésta es la entrega de la saga con peores efectos especiales. Casi todas las escenas de mutilaciones se ven tan falsas… Eso es lo que pasa cuando se hace una secuela al vapor: se obtiene una de las peores entregas de la saga… ¿Verdad, Freddy?


 
3.- SAW III: EL JUEGO DEL MIEDO
Saw III, Darren Lynn Bousman, 2006
Tratando de limpiar un poco el nombre de la franquicia, los productores lograron convencer a James Wan, co-creador del concepto y director de la primera cinta, para que regresara al dúo creativo con Leigh Wannell. Wan aceptó a cambio de un aumento de sueldo para ambos escritores y de asegurarse de que Saw se quedaría en una trilogía. Así las cosas, ambos creativos escribieron la historia de la que, por lo menos para ellos, sería la última peli de la saga (como creativos, pues fungieron como productores ejecutivos en varias cintas más).
    El tumor canceroso de John Kramer “Jigsaw” (Tobin Bell) se ha expandido y el cáncer lo matará a menos que dicho tumor le sea extirpado. Kramer, junto con su aprendiz, Amanda Young (Shawnee Smith) secuestran a la Dra. Lynn Denlon (Bahar Soomekh) para que ayude al genio psicópata. Al mismo tiempo, Jeff Rainhart (Angus Macfadyen), un padre cuya vida se desmoronó al perder a su hijo en un accidente, es encerrado en una de las más complejas trampas jamás ideadas por Jigsaw para aprender el significado del perdón, pero… ¿quién está siendo puesto a prueba? ¿Jeff, Lynn o la misma Amanda?
    Esta cinta retoma muchas líneas argumentales que se habían planteado en la primera entrega, algunas otras de la segunda y se dedica a atar cabos. En verdad, la trama es redonda y cerrada, puesto que los creadores realmente querían terminar con la trilogía. Así pues, esta peli esta hecha para que la historia no pueda expandirse más allá.
    En todos y cada uno de los aspectos posibles, esta película es superior a su predecesora y, aunque no llega al nivel de genialidad de la primera, sí es una de las mejores de la saga… Caray, me vuelve a sonar parecido, ¿a ti también, Freddy? 
  

 4.- EL JUEGO DEL MIEDO IV
Saw IV, Darren Lynn Bousman, 2007.
La cuarta parte para muchas sagas significa renovación y cambio. Generalmente, como es este caso, porque fueron pensadas como trilogías (cuando mucho) pero la ambición de sus productores fue mayor que la solidez de sus argumentos. Así pues tenemos cuartas partes con subtítulos que pregonan renovación, aun cuando las cintas ofrecen más de lo mismo. Ejemplos hay hartos: Halloween 4: El regreso de Michael Myers (Little, 1988), Alien: La resurrección (Jeunet, 1997), Resident Evil 4: La resurrección (Anderson, 2010), La masacre de Texas: La nueva generación (Henkel, 1994), Terminator: La salvación (McG, 2009), y una nutrida lista de etcéteras. Para no romper con la regla, Saw IV es más de lo mismo, sólo que sin un rumbo fijo.
    El detective Hoffman (Costas Mandylor), junto con los agentes Pérez (Athena Karkanis) y Strahm (Scott Patterson), del FBI tratan de desentrañar los misterios detrás del sangriento legado del ahora fallecido John Kramer “Jigsaw” (Tobin Bell). Mientras tanto, el jefe del equipo SWAT, Daniel Rigg (Lyriq Bent) se ve forzado a participar en la última trampa de Jigsaw para salvar la vida del detective Eric Mathews (Donnie Wahlberg).
    Con el villano principal muerto y la principal línea argumental cerrada, Saw IV no tiene mucho terreno hacia dónde moverse, así que los realizadores decidieron encaminarse hacia el peor de todos: Humanizar a Jigsaw. De hecho, el foco de la película está en contarnos la historia de cómo Kramer se convirtió en Jigsaw, lo cual sólo logra hacer al monstruo menos monstruoso (como cuando explican por qué Hannibal Lecter se volvió caníbal… qué mal).
    La narrativa atropellada y la excesiva importancia que se le da a los flashbacks hacen que la historia que se cuenta en tiempo presente se vuelva casi por completo intrascendente. Durante la mayor parte de la cinta parece que el guión está apuntando en muchas direcciones simultáneamente para ver cuál funciona para extender la historia. En sí, creo que esta secuela es la más olvidable de todas.

 
5.- EL JUEGO DEL MIEDO V
Saw V, David Hackel, 2008.
Ya encarrerado el gato… Si bien la cinta anterior no funcionó muy bien en términos de narrativa, sí sirvió para transferir el protagonismo de John Kramer al detective Hoffman. Así pues, esta entrega marca el inicio de la que será la “Trilogía de Hoffman”, misma que terminará, esperemos que de una vez por todas, con la saga.
    El agente Peter Strahm sospecha que Hoffman es en realidad el último aprendiz de Jigsaw y se embarcará en una cruzada para descubrir la verdad detrás del detective forense. Sin que él lo sepa, Hoffman en realidad estará poniéndolo a prueba. Mientras tanto, Hoffman ha encerrado a cinco desconocidos en un nuevo juego de trampas mortales en el que la clave para sobrevivir es el trabajo en equipo y el autosacrificio.
    Después de que la entrega anterior resultara un tanto gris, en esta se nota ya una dirección para el hilo conductor de la historia. Sin embargo, muchos de los errores de la cinta anterior se repiten (pues si se repitieron el director y los guionistas sonaba lógico): se da demasiada importancia a lo que ocurrió “fuera de escena” y termina siendo mucho más interesante que la trama en tiempo presente, que a la postre es bastante poco atractiva.
    Si algo debo reconocerle a esta saga es que, a diferencia de otras longevas franquicias de cine de horror, su continuidad es férrea. Cierto es que se sirve de muchos deus ex machina y de elementos francamente sacados de la manga para lograrlo, pero muchos de los aciertos del guión en las películas 4, 5, 6 y 7 es el tender líneas argumentales que puedan ser recuperadas después.
    ¡Ah, y eso sí! Creo que esta secuela tiene uno de los mejores finales de la serie.

 
6.- EL JUEGO DEL MIEDO VI
Saw VI, Kevin Greutert, 2009
En teoría, se tenía pensado que esta película fuera la última de la saga, así que muchas de las líneas argumentales que se habían planteado en las cintas anteriores se cierran en ésta.
    El agente Strahm ha muerto y es inculpado por Hoffman como el aprendiz de Jigsaw. Dan Erickson (Mark Rolston), de la policía, encuentra la grabación del último juego de Jigsaw y la hace analizar en el laboratorio para descubrir a quién pertenece la voz en ella; pide la ayuda de Hoffman y de la agente Lindsay Perez, quien resulta no estar muerta. Hoffman pone a prueba a William Easton (Peter Outerbridge), vicepresidente de la compañía de seguros Umbrella Health (evidente referencia a Resident Evil), quien junto con su equipo de trabajo se dedica a encontrar errores y huecos legales en las pólizas de seguro para no pagar a sus clientes.
    Esta película es la primera desde Saw IV que logra ser interesante. Tanto la trama de Hoffman y los detectives, como la de Jill y la de Eastman logran ser interesantes e igualmente atractivas. La mayoría de las escenas de tortura y muerte están bien logradas, unas mejor que otras, eso sí.
    Algo que sí me gustó mucho de esta cinta fue que hace varias referencias, en las trampas sobre todo, a la película que fue el antecedente directo de Saw: El abominable Dr. Phibes (Fuest, 1971), una comedia negra británica en la que el siempre genial Vincent Price interpreta a un enloquecido doctor que busca venganza por la muerte de su esposa con trampas basadas en las Diez Plagas de Egipto en el Antiguo Testamento.

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