Translate

viernes, 27 de enero de 2017

RESIDENT EVIL 2: APOCALIPSIS. La saga de Resident Evil, segunda parte.


RESIDENT EVIL 2: APOCALIPSIS
Resident Evil: Apocalypse, Alexander Witt, 2004.

Bien dice el dicho que “segundas partes nunca fueron buenas”; pero de vez en cuando aparece una excepción que confirma la regla. Esta secuela originalmente se titularía Resident Evil: Nemesis ‒incluso los posters preventivos ostentaban dicho título‒, pero a última hora decidieron cambiarle el nombre por el estreno ‒y fracaso taquillero‒ de Star Trek: Nemesis (Baird, 2002), pues la distribuidora no quiso chotear el subtítulo. Sin lugar a dudas, ésta es la película de la saga que más se apega a lo planteado en los videojuegos, ya que, en lugar de desarrollar una historia original, adapta ‒muy libremente, eso sí‒ la historia del videojuego Resident Evil 3: Nemesis (Capcom, 1999), se recrean escenas del intro de dicho juego y aparece un personaje que creo que es Barry Burton. Incluso, al igual que el videojuego, sucede simultáneamente que el final de la entrada anterior y un poco después de la misma.
    Paul W.S. Anderson comenzó a escribir el guión de esta película casi inmediatamente después de concluir la filmación de la primera; pero decidió declinar el rol de director para enfocarse de lleno en dirigir ‒o algo así‒ Alien vs Depredador (2004).


    Después de los eventos sucedidos en la primera cinta, Ciudad Raccoon es azotada por la infección del Virus T. Un pequeño grupo de sobrevivientes, en el que se incluyen Alice (vuelve Milla Jovovich), ahora con habilidades mejoradas gracias a los experimentos que le hicieran en la primera peli; la reportera Terri Morales (Sandrine Holt), los miembros del comando especial S.T.A.R.S., Jill Valentine (Sienna Guillory en el papel que originalmente le ofrecieron a la hermosa Natasha Henstridge, de Especies [Donaldson, 1995]) y Peyton Wells (Razaaq Adoti), y el mercenario Carlos Olivera (Oded Fehr), entre otros, intentará escapar de la ciudad infestada de zombies y mutantes con la ayuda del Dr. Charles Ashford (Jared Harris). Sin embargo, ni todo el entrenamiento ni las habilidades mejoradas de Jill los han preparado para enfrentarse contra Nemesis (Matthew G. Taylor), un gigantesco mutante programado para eliminar a Alice y a los S.T.A.R.S., y que no se detendrá ante nada hasta no conseguir su objetivo.


    Lo primero que llama la atención en esta cinta es la importancia que le quitan al personaje de Alice. Entra tarde en la trama de la película y desaparece durante gran parte de ella, cediendo mucho del protagonismo de esta cinta a Jill. Lo que se agradece. A pesar de ello y de que, en el primer acto, una parte de la anécdota se centra en la historia de los mercenarios enviados por Umbrella, la película se siente equilibrada. Quizá tenga que ver el hecho de que la narrativa es increíblemente más ágil que en la primera peli. Como sea, Jill se ve genial, tanto que casi ni importa que no sepa apuntar con un arma y la sostenga como si fuera el tipo de Doom.


    El que no se ve tan genial es Nemesis. Digo, está padre y está bastante apegado a lo que se ve en el juego, hasta tiene su grito de “S.T.A.R.S.” y toda la cosa; pero la realización es un tanto deficiente. De por sí, el planteamiento del personaje en la película no me encanta y para rematar hay tomas en las que sí parece como de máscara de Halloween, por no mencionar que sus armas se ve que son de plástico. Para crearlo, usaron una máscara animatrónica y animación digital ‒para el ojo que es su única forma de comunicación‒; pero en la edición en Blu-Ray ya se ven los dientes del actor que estaba dentro de la botarga. Aquéllos que jugaron el videojuego recordarán que cuando Nemesis se aparecía ponía al jugador a temblar. La versión de la pantalla grande no llega a eso, pero se acerca un poquito.
    La botarga de Nemesis medía 2.21m de alto y, en total, pesaba 45kg. Matthew G. Taylor, el doble de riesgo que interpretó al monstruo sólo podía usar la botarga por espacios de 15 minutos, luego de los cuales debía tomar un receso.


    Los demás se ven mejor que en la primera parte, aunque no demasiado. Al menos, los zombies ya parecen zombies, los Lickers se ven muchísimo mejor, son más dinámicos, ya no “mutan” y no dan pena ajena; y los perros funcionan mejor que en la peli anterior, aunque su tiempo en pantalla es menor. Los que no se ven tan bien son los S.T.A.R.S., cuyos uniformes sí se ven muy como de cosplay y que cuando son alcanzados por Nemesis quedan como un montón de peleles. Por cierto... ¿Por qué Carlos Olivera se ve más como Chris Redfield? Al menos hay más escenas topless; una con un par de strippers convertidas en zombies y otra, al final de la peli, con Alice en un tanque.


    Casi todos actúan horrible, pero al menos Jovovich ha mejorado. Además, tanto Jared Harris ‒a quien seguro recuerdan como el Prof. Moriarty en Sherlock Holmes: juego de sombras (Ritchie, 2011)‒, como Iain Glein ‒a quien seguro ubican por sus participaciones en series como Downton Abbey (2010-2015) y Game of Thrones (2011-)‒, quien interpreta al Dr. Alexander Isaacs, sí se rifan y se ve que saben lo que están haciendo... porque a los británicos se les da eso de la actuación. Por si todo eso fallara, al menos nos queda la vis comica del personaje de L.J., interpretado por Michael Epps... Porque, según nos enseñó El quinto elemento (Besson, 1997), ¿qué sería de las películas de acción sin los negros graciosos?


    Del mismo modo, el guión mejora comparado con el de la primera parte y la fotografía es buena, aunque menos ingeniosa que la de la película anterior. Pero en lo que sí cojea esta cinta es en la edición, que se nota un tanto burda y descuidada.
    Así como hay elementos que fueron trasladados directamente de los videojuegos, como el tranvía abandonado en el que se refugian los sobrevivientes, la toma de una horda de zombies reflejándose en un casco de la policía antimotines, la explosión nuclear que destruye la ciudad, el propio Nemesis, o el lobby del Hospital de Raccoon City, que salieron de Resident Evil 3: Nemesis; o la escena en la que Alice es perseguida por un helicóptero y suelta su pistola para recogerla en cámara lenta, que fue sacada de Resident Evil Code: Veronica (Capcom, 2000), los realizadores de esta cinta se empeñan en usar “similares”. Así, el Dr. Ashford es una clara referencia a Alexander Ashford, el aristócrata psicópata que funge como villano en RECV, y su historia es cercana a la de William Birkin de Resident Evil 2 (Capcom, 1998), aunque la forma en la que manipula los eventos está tomada directamente del personaje de Trent, que aparece en las novelizaciones de los videojuegos escritas por S.D. Perry y publicadas por Pocket Star Books; así como su hija, Angie Ashford, es una nueva referencia a Sherry Birkin, de RE2... quien, a su vez, era muy similar a Newt de Aliens: el regreso (Cameron, 1986).


    También hay un par de referencias a otros juegos, como Grand Theft Auto (Rockstar Games, 1996) y Mortal Kombat (Midway, 1992).
    En mi opinión, Resident Evil 2: Apocalipsis es la película mejor lograda de toda la saga ‒al momento de escribir esto no he visto Resident Evil: capítulo final (Anderson, 2016), pero mis expectativas son tan bajas como la Línea 7 del Metro de la Ciudad de México‒ y, por lo menos hasta que se estrenó Terror en Silent Hill (Gans, 2006) fue considerada la mejor película basada en un videojuego... lo que es un poco triste, porque la verdad no es muy buena. Uno hubiera esperado que de aquí en adelante la saga mejorara o siguiera por el mismo camino; pero, por alguna extraña razón, no fue así. De tal suerte, esta cinta se convierte en una rareza dentro de la franquicia en la que debió ser la norma.


    Por cierto, no dejen de ver el teaser de esta película, dirigido por Marcus Nispel. No sólo es uno de los mejores trailers en la historia del cine, resulta mejor que cualquiera de las películas de la saga.


PARA LA TRIVIA: Originalmente, en la película aparecería el personaje de Claire Redfield y la actriz Gina Phillips (El demonio [Salva, 2001]) había sido casteada para interpretarlo, pero abandonó el proyecto antes de comenzar la producción. El rol fue entonces asignado a Emily Bergl (La ira: Carrie 2 [Shea, 1999]), quien también abandonó el proyecto. Finalmente, el personaje fue eliminado del guión. Del mismo modo, se pretendía que el actor Jason Isaacs regresara en el papel de William Birkin ‒que aparece brevemente en el intro de la primera película‒, pero le fue imposible. Birkin fue sustituido por el Dr. Alexander Isaacs, quien lleva ese nombre en honor al actor.

PARA LA TRIVIA GEEK: En realidad, el tercer juego en la serie de Resident Evil sería Code: Veronica. Si lo piensan, tiene mucho más sentido: Claire y Chris se reencuentran, lo que cierra las líneas argumentales planteadas por los primeros dos juegos, descubrimos qué sucedió realmente con Albert Wesker, quien desapareciera al final del primer juego, y la historia sucede tiempo después de Resident Evil 2. Resident Evil 3: Nemesis sería un spin-off titulado simplemente Resident Evil: Nemesis, cuya historia sucedería antes, durante y después de los eventos de Resident Evil 2, y que explicaría la epidemia en Raccoon City. Sin embargo, en las prisas por explotar la franquicia luego del inesperado éxito de RE2, Capcom olvidó que su contrato con Sony establecía que debían desarrollar dos secuelas del primer juego en exclusiva para el PlayStation. Para cumplir con el contrato, Capcom invirtió los lanzamientos, convirtiendo el spin-off en el tercer juego de la saga y el tercer juego, en el spin-off. Aún hoy en día, muchas de las personas involucradas en el desarrollo de los juegos consideran Code: Veronica como el verdadero Resident Evil 3.


Guión
1
Dirección
1
Actuación
1
Fotografía
1
Música
1
TOTAL
5


No hay comentarios.:

Publicar un comentario