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lunes, 29 de abril de 2013

LA MASACRE DE TEXAS: HERENCIA MALDITA. Borrón y cuenta nueva... por cuarta vez.


MASACRE EN TEXAS: HERENCIA MALDITA
Texas Chainsaw 3D

John Lussenhop, 2013
Michael Bay y su equipo habían declarado que el remake de La masacre de Texas (Nispel, 2003) era una ocasión especial, como para festejar el trigésimo aniversario de la película. Gracias al excelente recibimiento que tuvo, a pocos meses de su estreno, los distribuidores comenzaron a presionar a Bay para producir una secuela que, tras un largo periodo de negociaciones, vio la luz en forma de una precuela de calidad aceptable tres años después (The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning, Liebesman, 2006). Quienes escribieron el guión de esta cinta se aseguraron de que la trama se sostuviera con alfileres y de que todos los huecos posibles fueran llenados para eliminar la posibilidad de expandir la historia, cerrando así las puertas a potenciales secuelas. Y sin embargo, ahora, cinco años después, tenemos una nueva película de la saga Masacre en Texas.
    Casi cuarenta años atrás, en el condado Newt en Texas, se corrió la noticia de los horrendos crímenes cometidos por la familia Sawyer. Los vecinos de la localidad superaron a las fuerzas policiacas y emprendieron un asalto que terminó con la quema de la casa en la que se había atrincherado el clan de caníbales. En la actualidad, la joven Heather Miller (Alexandra Daddario) recibe inesperadamente un aviso sobre la muerte de una abuela cuya existencia ignoraba y que le ha heredado su propiedad en el condado de Newt. La sorprendida heredera viaja al lugar en compañía de sus amigos, sólo después de descubrir que sus padres biológicos no son quienes ella creía, que en realidad desciende de un matrimonio de apellido Sawyer y que la mansión que recién heredó ya tiene un inquilino permanente. 
    Esta película cumple básicamente con todos los elementos clásicos de la saga de Masacre en Texas: Leatherface corriendo con una motosierra, jóvenes absurdamente ingenuos, un montón de escenas fusiladas de películas anteriores de la saga y chicas sexys corriendo en camiseta (¿Se acuerdan de Cynthia [Tania Raymonde], la novia nerda de Malcolm en la serie de TV Malcolm in the Middle? Bueno, pues creció… ¡Y en qué forma!).

    Lo que no me encantó fue el intro, el cual se compone básicamente de escenas seleccionadas de la Masacre de Texas original. Entiendo que esto atiende a dos propósitos: El primero y más evidente, enlazar la historia de esta cinta con la de la saga original; y el segundo, que el público pudiera disfrutar de las escenas clásicas de 1974 en glorioso 3D… sarcasmo incluido pues no le veo sentido a formatear en 3D una peli que originalmente se filmó en 16mm; de hecho el Blu-Ray ya me parecía un absurdo.
    Y en cuanto a lo de enlazar la historia, creo que sí merece un comentario al respecto. Ésta es ya la quinta vez que se altera la cronología de Masacre en Texas ¡Por favor! ¿Cinco líneas del tiempo (como se explica más abajo en el cuadro anexo) para siete películas? ¿No será que más bien la trama original nunca dio mucha tela de dónde cortar? Así las cosas, con esta peli se manda al caño lo planteado en tres secuelas y un remake con su respectiva precuela.

    No me malinterpreten, soy un fan de Leatherface (Dan Yeager) y su familia de caníbales y he visto todas sus aventuras, tanto sangrientas como cómicas, varias veces; pero creo que por lo mismo debería ser de los primeros en reconocer que esta fórmula se agotó hace cuarenta años con la primera cinta. Casi cada nueva entrega de la franquicia es un reboot de la misma.
    Otro de los recursos agotados de esta franquicia es el de los “tributos/fusiles”. A partir de la tercera cinta, muchas de las escenas de asesinatos buscan “rendir tributo” a escenas clásicas de las primeras dos cintas. Esta tendencia se ha continuado en prácticamente todas las películas de la franquicia, incluyendo el remake y su precuela.
    En esta cinta en específico se “rinde homenaje” a las clásicas escenas de los ganchos para carne y del refrigerador que resultaron tan escalofriantes en la peli original.
    Ya que estoy hablando específicamente de esta película y de sus fallas, mencionaré las que más saltaron a mi vista. Para empezar, está la edad de Heather. Revelando tanto cuanto mi política anti-spoiler me lo permite: ¿La chica no debería andar rondando los 40 años en vez de los 25? Digo, porque claramente la peli está ambientada en la época actual.

    Muchos críticos consideran que una de las razones por las que las películas de horror, particularmente las Slasher movies, tienen tal éxito es porque hacen sentir al público inteligente. Sin embargo, la falta de sentido común en los jóvenes de esta cinta raya en un absurdo que haría sonrojar a Ionesco. Está bien que los personajes sean un tanto lerdos, pero que de verdad todos estén de acuerdo en las idioteces que hacen se vuelve fársico.
    Lo anterior además se ve reforzado con un guión un tanto flojo y mal armado, aunque con elementos interesantes. Y es aquí donde comienzan los puntos fuertes de la cinta.
    Por lo menos a nivel de argumento se agradece que por fin se hayan tomado riesgos con el personaje de Leatherface y su rol en la trama. Quizá esta vuelta de tuerca es bastante predecible, pero no recuerdo haberla visto antes en ninguna de las películas de la serie.
    Me pareció que en realidad esta película no se toma demasiado en serio a sí misma, y está bien. De hecho, uno como público debe poner un poco de su parte y entrar en el juego de esta película, no tomándosela tan en serio tampoco. En sí resulta bastante divertida y no fui el único miembro del público en soltar varias carcajadas a lo largo de la cinta; de hecho, puedo decir que la disfruté bastante, sólo que para ello debí renunciar a ponerme demasiado exigente (y a verla en 3D porque los horarios eran horribles).

    Un guiño hacia los fans que me pareció encantador fue que los realizadores lograron reunir a Marilyn Burns, Paul A. Partain y Gunnar Hansen (Sally, Franklin y Leatherface respectivamente), miembros del elenco original de la clásica película de 1974, en papeles secundarios.
    En conclusión, ésta película no es ningún clásico del género; ni siquiera está a la altura de otras películas de la serie y, de hecho, un servidor la ubicaría más bien en el extremo de las peores (no tanto como la tercera o cuarta partes, claro). No es tan sangrienta tampoco, pero tiene su encanto. Tampoco es una comedia abiertamente como la segunda parte; más bien me recordó a las películas intermedias de la saga de Viernes 13, que tenían poco sentido y más bien buscaban ser divertidas.
    ¿La frase que se robó la película? “Go get’em, coz’n!”
    Tratando de aclarar el desmadre de las cinco líneas temporales de la saga (diferenciadas por colores), presento aquí uno de mis ñoños, ilustrativos y divertidos cuadros comparativos:   
PELÍCULA
AÑO
SINOPSIS
PUNTOS A DESTACAR
La masacre de Texas
(The Texas Chainsaw Massacre)
Conocida en España como Masacre en cadena.
1974
Tras escuchar una noticia sobre el saqueo de tumbas en el cementerio donde yacen sus abuelos, los hermanos Hardesty (Sally y Franklin), acompañados de un grupo de amigos, deciden viajar a Texas a la antigua casa familiar. Ahí descubrirán a una familia de caníbales cuyo miembro más representativo es un grandulón retrasado mental con afición por usar máscaras hechas con piel humana y asesinar gente con una motosierra.
La insuperable primera entrega de la saga es un clásico del cine de horror. Sirvió como modelo para prácticamente todas las Slasher Movies que vinieron después.
La masacre de Texas 2
(The Texas Chainsaw Massacre 2)
Cuando se transmitió por televisión en México la titularon La gran masacre de Texas parte II.
1986
Tras 13 años de búsqueda, y gracias a la transmisión radiofónica en vivo de un asesinato a manos de la familia Sawyer, el sheriff “Lefty” Enright (un sobreactuado Dennis Hopper) está a punto de dar con los asesinos de su sobrino Franklin. El rastro lo conduce, junto con una sexy locutora, a un parque de diversiones abandonado que sirve de refugio al sádico clan y donde Enright librará una peculiar batalla en aras de la venganza.
La segunda entrega de la saga es en realidad una comedia con elementos horroríficos y un tono completamente fársico. A pesar de que el hermano de Leatherface murió atropellado al final de la primera cinta, en esta aparece sin más reparo que una placa de metal en el cráneo.
    Esta cinta fue además víctima de la censura, que cortó una de las escenas más sangrientas en la que los Sawyer se enfrentan con un grupo de hooligans en el estacionamiento de un estadio.
La masacre de Texas 3ª parte
(Leatherface: Texas Chainsaw Massacre III)
1990
Un par de hermanos californianos viajan por Texas y son amenazados por el empleado desquiciado de una gasolinería. Tratando de escapar y conseguir ayuda, los hermanos se adentran por un sendero en el campo, donde serán cazados por Leatherface y su familia.
Una de las peores películas de la saga, es aburrida y absurda. En esta cinta, aunque se hace referencia a los crímenes de la familia Sawyer en las primeras dos cintas, se plantea una nueva cronología y no se deja claro si estos Sawyer son los mismos de las pelis anteriores o no; de hecho, el interés de la película se centra en la familia caníbal, que en esta peli ya tiene más miembros que la de los Beverly Ricos.   
    Imperdible la terrible actuación del incipiente Viggo Mortensen como uno de los hermanos de Leatherface.
La masacre de Texas: La nueva generación
(The Texas Chainsaw Massacre: The Next Generation; titulada originalmente The Return of The Texas Chainsaw Massacre, y conocida también como The Revenge of The Texas Chainsaw Massacre)
1994
Dos parejas de prepos en camino hacia su baile de graduación toman una desviación en los bosques de Texas y quedan varados en el camino. Son remolcados por la grúa de Vilmer (un jovencísimo Matthew McConaughey) quien los lleva a casa de su familia, un clan de sádicos caníbales que incluye al travesti armado con motosierra, Leatherface.
Un verdadero desastre. Esta película nunca se decide si ser una peli de horror seria, una parodia de la Masacre… original, un remake o un reboot. Es tan mala que se estrenó con 4 años de retraso debido a una orden judicial promovida por el agente de McConaughey, quien consideró que la cinta dañaba la imagen de su cliente.
    Por cierto, en esta versión, la familia caníbal se apellida Slaughter.
Masacre en Texas
(The Texas Chainsaw Massacre)
2003
De camino a un concierto de la banda Lynyrd Skynyrd, un grupo de jóvenes recoge a una joven trastornada en medio de la carretera. La sorpresiva muerte de la chica los obliga a pedir ayuda en una gasolinería y, antes de darse cuenta, se ven perseguidos por Leatherface (Andrew Bryiniarski, quien interpretó a Zangief en la inmunda peli de Street Fighter), un psicópata caníbal, y su familia.
Excelente remake de la primera cinta, es probablemente la película más sangrienta de toda la serie. Se roba la película el excelente actor de carácter R.Lee Ermey con su interpretación del sádico sheriff Hoyt.
    En esta versión, el verdadero nombre de Leatherface es Thomas Brown Hewitt.
Masacre en Texas: El inicio
(The Texas Chainsaw Massacre: The Beginning
2006
Antes de ser enviados al frente durante la Guerra de Vietnam, dos hermanos y sus novias realizan un viaje de placer por Texas. Al verse envueltos en un accidente, tienen que vérselas con el supuesto Sheriff del lugar, Hoyt, su sobrino Thomas “Leatherface” (de quien se narra el origen) y su familia de caníbales.
A pesar de que el plan de Michael Bay y su equipo era el de no continuar la saga de Masacre en Texas después del remake, los distribuidores los convencieron para hacerlo. El resultado es esta cinta, bastante mediana, en la que casi con calzador se introducen escenas que buscan no dejar cabos sueltos ni dar lugar a más secuelas (de hecho, esta cinta es una precuela debido a que el remake original termina con Leatherface lisiado).
Masacre en Texas: Herencia maldita
(The Texas Chainsaw Massacre 3D)
2013
Heather Miller viaja a Newt Texas en compañía de su novio y amigos a reclamar la mansión que ha heredado de su abuela desconocida. Allí se encontrarán con que Jedediah Sawyer, el último descendiente de una familia de caníbales que aterrorizó la región en la década de los 70, sigue vivo y blandiendo su motosierra.
Al no poder expandir la historia a partir de las pelis de Bay, los realizadores decidieron alterar nuevamente la cronología de la saga, insertando esta entrega justo después de la primera. Es decir, debiera tomarse esta cinta como Masacre de Texas 2.
    La película retoma muchos elementos propuestos a lo largo de la saga y también repite escenas; pero, al mismo tiempo, lleva la historia por un rumbo diferente, quizá no tan logrado, pero sí novedoso.


PARA LA TRIVIA: Esta película se estrenó en Estados Unidos en enero de este año, mientras que en México se estrenó a mediados de abril en horarios poco cómodos y con un número limitado de copias. En EE.UU. la respuesta del público fue tan favorable que desde febrero se confirmó el estreno, para el próximo año, de The Texas Chainsaw Massacre 4 (título provisional).
TAMBIÉN PARA LA TRIVIA: A pesar de que tanto la primera película de 1974 como el refrito de 2003 se jactaban de “estar basadas en hechos reales”, la realidad es que en toda la historia del estado de Texas no hay un solo reporte de asesinato en el que se haya utilizado una motosierra como arma homicida.

lunes, 22 de abril de 2013

POSESIÓN INFERNAL. Dejando adolescentes sin dormir desde 1982.


POSESIÓN INFERNAL
Evil Dead

Fede Alvarez, 2013
Conocida en México como El despertar del Diablo (y en España como Posesión satánica), la primera versión de The Evil Dead (Raimi, 1982) se convirtió en una de las películas más influyentes del cine de horror. En aquel entonces se trataba de una cinta prácticamente underground que rondaba los pasillos de los videoclubes en espera de que un grupo de temerarios adolescentes se atrevieran a verla, tratando de comprobar si era verdad que se encontraban ante una de las películas más horrorosas jamás filmadas; una que incluso podía dejarlo a uno sin dormir o causarle algún trauma psicológico.
    Treinta años después, con el apoyo del director y protagonista originales (Sam Raimi y Bruce Campbell, respectivamente) como productores, un presupuesto bastante holgado y la tecnología del CGI para efectos especiales, nos es presentado el remake de aquella cinta que mantuviera insomnes a tantos púberes.
    Mia (Jane Levy, quien saltara a la fama con su papel de rata de ciudad antisocial en la serie de TV Suburgatory) se ha reunido con su hermano (Shiloh Fernández), su novia (Elizabeth Blackmore) y una pareja de amigos (Jessica Lucas y Lou Taylor Pucci) en una vieja cabaña en algún bosque de Nueva Inglaterra (donde siempre pasan este tipo de cosas) para una reunión amistosa. En realidad, los amigos de Mia se han puesto de acuerdo para una intervención que ayude a la chica a dejar las drogas. Lo que todos desconocen es que en esta cabaña se han realizado rituales de exorcismo y, en el último de ellos, los practicantes olvidaron el Libro de los Muertos cuyos pasajes, al ser leídos aun de manera fortuita, invocarán a un demonio de gran poder.
   

    La película es muy interesante y se toma su tiempo para desarrollar un planteamiento sólido, que es donde radica mucha de su fortaleza. El guión está escrito decentemente, sin ser confuso ni sobre explicativo, y uno llega a preocuparse de verdad por los personajes y lo que les pase.
    En este rubro en particular, la peli deja los clichés y convencionalismos (al menos durante las primeras dos terceras partes) dando la misma importancia a todos los jóvenes recluidos en la antigua cabaña. No se sabe quién será el primero en caer ni si quedará alguno de ellos vivo al final.
    Las actuaciones son decentes en su mayoría, destacando el trabajo de Levy y Pucci, y en general en esta película se cumple con una de las más sagradas tradiciones del cine de horror: castear a actores poco conocidos o de bajo perfil (aunque los de esta versión sí ya tienen varias películas en su haber, al contrario de su contraparte ochentera).

    En general, la producción es muy buena, tanto en el área de diseño como en la de maquillaje y efectos especiales. Algo que se ve en pantalla y que se agradece es el hecho de que los realizadores decidieron utilizar los efectos especiales en CGI en la menor cantidad de tomas posibles, y, generalmente, sólo como apoyo de los efectos físicos. Hay escenas verdaderamente impresionantes en las que podemos ver con lujo de detalle y estilización mutilaciones, criaturas demoniacas, e incluso un ataque con motosierra y una lluvia de sangre. Se trata de una película muy gráfica que toma prestados elementos del cine gore.
    La iluminación y la fotografía son muy buenas, y logran crear atmósferas que son lúgubres por momentos y estridentes en otros, apoyando los geniales efectos de maquillaje y logrando dar vida a los escenarios.
    Algo que se mantuvo muy cercano a lo propuesto en la versión original de 1982 es el tratamiento que se da a la cabaña. Quizá en un tono menos literal, eso sí, pero la cabaña termina convirtiéndose en un personaje más de la película y el diseño de la misma y la atmósfera dentro de ella transmiten un sentimiento de amenaza y de una locura incontrolable que está por desbordarse.

    Ahora, ¿la película tiene fallas? Sí, no son muchas, pero sí son hondas.
    La principal de ellas se encuentra en el guión. El guión de esta película, así como su argumento son muy buenos. ¿Por qué? Porque casi parece que sólo sacaron fotocopias del guión original. De hecho, esta cinta parece una especie de The Evil Dead “Remix”. Me refiero a que no sólo las escenas más icónicas de la primera versión están presentes en este remake, sino que son casi idénticas a las originales e incluso van sucediendo en el mismo orden. Por lo menos se tomaron la molestia de cambiarle el final y de no mencionar que el dichoso Libro de los Muertos que está escondido en la cabaña es el mismísimo Necronomicón.
    El problema con este tipo de refritos es que, aunque sean muy buenos, uno no puede dejar de estar pensando en la cinta original. En el caso particular de esta película, y me pareció algo en extremo curioso, da la sensación de ser mucho más corta que la original; sin embargo, dura diez minutos más. Lo que pasa es que algunas de las escenas de horror que eran muy impactantes de la primera versión (como la de los animales disecados o la mano cercenada) quizá les parecieron un poco tontas o ingenuas a los realizadores de esta peli y decidieron quitarlas, pero como ya prepararon al público para ver las mismas escenas prácticamente, uno siente que algo falta.
    También me pareció que el tono se botaba por momentos. La propuesta de esta versión era ser mucho más seria y violenta que la original, y así se mantiene durante casi todo el filme. Sin embargo, hay momentos en los que los realizadores no resistieron la tentación de incluir chistes de mal gusto o situaciones absurdas que se sienten fuera de lugar y algo forzadas.

    A pesar del estilo grotesco y nada contenido de esta versión, el tono delirante y grandguiñolesco de la original se ha dejado a un lado, y ése sí que era perturbador. Asimismo, aunque en la peli de 1982 lo efectos especiales eran apenas poco más que caseros (algunos de ellos se lograron con modelos de plastilina y otros, incluso, dibujando con marcadores sobre el negativo de la película), eran quizá por eso mismo más efectivos. El maquillaje era realmente rudimentario, pero estaba realizado y era utilizado por los actores de forma tal que en verdad causaba horror. Las escenas demoniacas de la primera versión quedaron grabadas con fuego en mi memoria. En pocas palabras: opino francamente que la versión hecha hace treinta y un años, con un presupuesto que apenas si era una fracción del de esta versión, y con un tono que rayaba por momentos en lo fársico, daba más miedo.
    En el caso de las películas que son remakes de otras existen ambos extremos: Tanto aquéllas que sólo toman el nombre de la original para chupar su fama, pero no tienen prácticamente nada que ver con ella, como El aullido: el renacimiento (Nimziki, 2011) o aquéllas que son prácticamente una copia al carbón de la original, como es el caso de Noche de miedo (Gillespie, 2011). Insisto en que deberían dejar en paz a los clásicos; además, esta película ya tenía un refrito pues la segunda parte, La muerte maldita II (también conocida como El despertar del Diablo II; Raimi, 1987) era prácticamente la misma película que la primera pero con un poco más de presupuesto y con un tono menos serio.
    Posesión infernal es realmente un buen trabajo y un ejemplo del nivel de calidad al que las películas de horror deberían aspirar. No es para todo público e incluso entre los aficionados al cine de miedo puede ser demasiado fuerte para ver, pero sin duda es toda una experiencia. Eso sí, funciona muchísimo mejor si no se ha visto la versión original.

PARA LA TRIVIA: Se planeaba originalmente que el mismísimo Bruce Campbell, cumpliendo con otra de las tradiciones del cine de horror, hiciera un cameo en la cinta; sin embargo, por cuestiones de agendas le resultó imposible.

lunes, 15 de abril de 2013

NOCHE DE MIEDO. El regreso de los vampiros adolescentes.


NOCHE DE MIEDO
Fright Night

Craig Gillespie, 2011

La marcada tendencia originada a mediados de la década pasada de refritear cuanta película sea posible, parece continuar. Ahora no sólo tenemos remakes y reboots de películas; sino también de series de televisión, series de dibujos animados, videojuegos y hasta líneas de juguetes. Algunos casos llegan al absurdo extremo de rebootear sagas de hace menos de diez años, como Spider-Man. En la mayoría de los casos, los remakes no logran ni pisarle los talones a las versiones originales; sin embargo, de vez en cuando sucede que un “refrito” es tan bueno como la peli que lo originó. En el caso de esta película, la versión original La noche del espanto (Holland, 1985), sigue siendo superior; pero esta nueva versión es bastante disfrutable y tiene momentos memorables.
    El adolescente (¡sí, cómo no!) Charlie Brewster (Anton Yelchin) vive con su madre (Toni Colette) en un apartado y exclusivo fraccionamiento suburbano en las afueras de Las Vegas, Nevada. Su vida es bastante ordinaria y hasta aburrida, hasta que su nuevo vecino, Jerry (Collin Farrell) se muda a la casa de al lado. Jerry sólo sale de noche, es soltero, atractivo, misterioso y encantador… ¡Ah, sí! Y es un vampiro.

    En estos tiempos es muy refrescante ver que alguien mezcla el cine vampírico con las teen movies sin que de cómo resultado “vampiros” que brillan con la luz del sol. Siguiendo con el tono de la cinta clásica de los ochenta, esta película se toma a los vampiros de un modo más irreverente. No es una comedia, sino una cinta de horror con elementos de comedia negra y, de hecho, sí busca ser un poco más seria que la versión original.
     También es interesante cómo las presuntamente antiguas reglas sobre los vampiros, como el que no pueden entrar a una casa sin ser invitados, el que arden con la luz del sol, el que le temen a los símbolos sacros o el que puede eliminárseles atravesando sus corazones con una estaca de madera, son puestas al día. En general sólo se trata de encontrar situaciones contemporáneas en las que estas reglas puedan aplicarse, y lo mismo hacía su predecesora en 1985.
    Las actuaciones por parte de los protagonistas son bastante decentes. Anton Yelchin, quien a lo largo de la década pasada se desempeñó en series de televisión hace un trabajo bastante convincente y tiene química en pantalla con la hermosa Imogen Poots (quien saltara a la fama con Exterminio 2 [Fresnadillo, 2007]) quien interpreta a su novia y a una damisela en peligro muy particular.

    Entre los intérpretes jóvenes de esta cinta destaca el trabajo de Christopher Mintz-Plasse (“Red Mist” en Kick-Ass [Vaughn, 2010]) quien por su físico parece haber nacido para interpretar nerds. Sin embargo, el físico no le serviría de nada si no hubiera trabajo de actuación de su parte, y en esta película su interpretación de Ed, el geek obsesionado con los relatos de fantasía y las computadoras, es más que sólida.
    Ed es, además, el primero en notar que Jerry es un vampiro y se propone darle caza ante la incredulidad y la burla de la gente que lo rodea. Y, de hecho, son el rechazo y la marginación social los factores que llevan al incipiente cazador de vampiros por un camino más oscuro. Algo que es muy notorio sobre este personaje es que es bastante más ñoño que su contraparte ochentera, digamos que es la versión light, del personaje; no por nada el freak drogadicto y de risa irritante interpretado magistralmente en la versión original por Stephen Geoffreys era apodado “Evil Ed”.
    Y hablando sobre las actuaciones de los veteranos en esta peli, he de decir que son excelentes. Encontramos a una Toni Collette magistral como siempre, haciendo gala de su capacidad camaleónica y dejando un poco de lado su vena independiente, al interpretar a una ama de casa abandonada por su esposo y que hace lo mejor que puede por tener una convivencia armónica con su hijo.

    En el caso de Colin Farrell, interpreta a un vampiro bastante más contemporáneo. Me refiero a que su planteamiento del personaje se aleja bastante, intencionalmente creo yo, del vampiro romántico/gótico interpretado por Chris Sarandon (quien de hecho tiene un cameo en esta cinta) en la peli original. Este vampiro no usa capas ni trajes anticuados, sino jeans y camisetas de tirantes. Tampoco es un seductor aristócrata europeo, sino más bien un encantador asesino serial al estilo de Ted Bundy.
    Sin embargo, quien se roba la película con su actuación es el británico David Tennant (mi Dr. Who favorito) con su interpretación de Peter Vincent. En la película original, Peter Vincent era interpretado por el genial Roddy McDowall (quien alcanzó la inmortalidad con sus papeles de Cornelius, Caesar y Galen en la saga cinematográfica y televisiva de El planeta de los simios) y se trataba de la estrella venida a menos de filmes sesenteros de terror; por eso su nombre es una combinación de los de Peter Cushing y Vincent Price. En esta versión, Peter Vincent es un ilusionista con imagen de rockstar (una clara parodia de Criss Angel) que ofrece fastuosos espectáculos en Las Vegas y con una incontrolable adicción por el alcohol y los objetos relacionados con el ocultismo.
    La música compuesta por Ramin Djawadi, conocido por sus composiciones musicales para la serie de TV Game Of Thrones y los videojuegos de la serie Medal Of Honor, es bastante adecuada y va completamente acorde con el tono ligero y campechano de la película; además de que deja ver una marcada influencia del compositor de cabecera de Tim Burton, Danny Elfman.

    Los efectos especiales no son particularmente sobresalientes y francamente prefiero los de la versión de 1985 que quizá no se veían tan reales; pero sí eran mucho más impresionantes.
    En general es una buena película… ¡Esperen! Acabo de caer en cuenta de algo: esta peli es una estafa. La razón por la que funciona tan bien es porque el guión es prácticamente una copia al carbón de la versión original de 1985. Los cambios son mínimos, el argumento es exactamente el mismo y hay escenas, e incluso diálogos completos, a los que sólo se les aplicó un “Copy/Paste”.
    En conclusión: es entretenida, sí, algunos chistes son buenos y, como lo mencioné arriba, vale la pena verla por David Tennant. No aporta mucho a la literatura vampírica y en general termina siendo una versión edulcorada (más dulce y con menos contenido) que la película original de 1985. Es buena para dominguear, pero no mucho más.

sábado, 13 de abril de 2013

VEINTE AÑOS DE JURASSIC PARK. Segunda parte.


EL MUNDO PERDIDO: JURASSIC PARK
The Lost World: Jurassic Park, Steven Spielberg, 1997
Han pasado cuatro años desde los eventos narrados en Parque Jurásico y la mesa directiva de InGen, presidida por Peter Ludlow (Arliss Howard), sobrino de John Hammond (Sir Richard Attenborrough), busca quitarle el control de la compañía a éste para sacar beneficios del proyecto Jurassic Park. El plan de la mesa directiva es enviar un equipo de mercenarios liderados por el cazador profesional Roland Tembo (Pete Postlethwaite, fallecido actor británico que siempre hacía papeles de monje) a otra locación, en la que los dinosaurios han prosperado en estado salvaje, llamada Isla Sorna para capturar especímenes y llevarlos a un nuevo parque en tierra firme.
    Para inclinar la opinión de los inversionistas de la empresa a su favor, Hammond envía a un equipo de científicos y ambientalistas, liderado por Ian Malcolm (Jeff Goldblum), a recolectar muestras y archivo fotográfico sobre los dinosaurios silvestres.
    Por supuesto, cuando ambos equipos se encuentran todo sale mal. 
  
    Cuatro años después del estreno de la primera cinta, la fiebre por Parque Jurásico se había enfriado. Ya desde 1993, casi inmediatamente después de que la primera parte saliera a la luz, se hablaba de una secuela; pero no se veía nada claro. Hubo incluso muchas ofertas para adaptar la historia a la pantalla chica como una serie de dibujos animados, pero Spielberg nunca quiso dar su consentimiento para tal proyecto.
    Finalmente, en 1995, Crichton publicó la continuación de su exitosa novela sobre dinosaurios. Haciendo un claro homenaje a la novela de Sir Arthur Conan Doyle que inició con el subgénero de la novela de aventuras con dinosaurios, el libro se tituló El mundo perdido: Parque Jurásico.
    Personalmente considero que este libro es bastante inferior al primero, no sólo es más corto y más superficial; sino que está plagado de inconsistencias con la primera parte. ¿La principal de ellas? Se nota que el matemático Ian Malcolm fue el personaje favorito de Crichton, pues protagoniza el segundo libro a pesar de que en el epílogo del primero claramente se menciona que murió después de escapar de Isla Nublar debido a una infección bacteriana ocasionada por la mordedura del T. Rex.
    La película, de hecho, sólo tomó como inspiración el libro; pero no está basada en él tal cual. Digamos que es una adaptación bastante libre que cambia los personajes, los motivos y los eventos del libro… ¡Caray! Casi lo único que tienen en común es el título, el hecho de que llegan a la mencionada Isla Sorna en vez de regresar a la Isla Nublar (ya que al final de la primera novela es rociada con napalm) y el secuestro de una cría de Tyrannosaurus rex.
    Lo que es muy interesante es que, según parece, al guionista de esta cinta la segunda novela de Crichton le pareció tan insulsa como a mí porque decidió armar el guión de la segunda película con escenas de la primera novela. He aquí los dos ejemplos más específicos:
    El prólogo de la película es bastante conocido. El ataque de una parvada (¿Los dinosaurios parecidos a aves forman parvadas?) de Procompsognathus a una pequeña niña, hija de un matrimonio rico que viaja en yate y tiene la mala fortuna de desembarcar en las costas de Isla Sorna. Esta escena es uno de los primeros capítulos de la primera novela.
    La segunda escena que fue tomada casi directamente de la primera novela es la desagradable muerte del mercenario Dieter Stark (Peter Stormare), también atacado por los Procompsognathus (hacendosos los bichitos). En dicha escena, el mercenario se pierde en el bosque y tropieza por una loma, cayendo en un pequeño arroyo donde es devorado por un numeroso grupo de los diminutos dinosaurios. Esta escena aparece en la primera novela y corresponde a la muerte de John Hammond (¡Sí! ¡En el libro se muere!).
    Aunque sí hay pasajes interesantes, el libro gira más que nada en torno al secuestro del Tyrannosaurus bebé por miembros de la compañía Biosyn. En la primera película (y novela) Biosyn, la compañía rival de InGen, es quien, a través de su agente Lewis Dogdson (Cameron Thor), soborna al saboteador Dennis Nedry (en la peli Wayne Knight) para que robe los embriones de dinosaurio de los laboratorios del parque. Debido al fracaso de Nedry, Dogdson en persona, junto con otros agentes de Biosyn, viajan a Isla Sorna para tratar de capturar un dinosaurio vivo.
    Una de mis escenas favoritas del libro y que no logro explicarme por qué no fue incluida en la cinta viene después de que los protagonistas escapan de una persecución de Velociraptors. Habiendo salvado su pellejo de los dromeosáuridos, los personajes llegan a las instalaciones abandonadas de InGen (si mal no recuerdo son las ruinas de un taller mecánico o algo así) donde son acechados por una pareja de Carnotaurus. No sólo el carnosaurio argentino es uno de los favoritos de chicos y grandes, sino que en la novela Crichton los dota de una habilidad con la que los paleontólogos han estado hipotetizando desde hace ya algunas décadas: pueden mimetizarse con el entorno como los camaleones. La evidencia fósil que inspiró esta teoría se encuentra en las cuencas oculares de los cráneos de Carnotaurus que sugieren que el dinosaurio podía enfocar cada ojo en una dirección distinta, como los camaleones.
    En este caso me temo que la peli sí es superior a la novela y eso que la película no es muy buena. De hecho, es bastante entretenida sin los últimos quince minutos, que son francamente ridículos. Tratando de rendir un homenaje a la película muda El mundo perdido (Hoyt, 1925, adaptada de la novela de Conan Doyle), Spielberg decidió cambiar el final del guión original y, en vez de ser una persecución en alas delta a través de un acantilado infestado de pterosaurios, se trató de un Tyrannosaurus aterrorizando San Diego. En la peli silente, un Apatosaurus llegaba a Londres; en la novela era un diminuto Pterodactylus.
    Es curioso que en esta película, aunque contó con un presupuesto 20 millones de dólares más grande que su predecesora, los efectos especiales se vean bastante más falsos, y hablo específicamente de los CGI. Particularmente los Stegosaurus y las diferentes especies de hadrosaurios se ven fatales.

REPARTO DE DINOSAURIOS
ESPECIE
EFECTO(S) UTILIZADO(S)
EN LA NOVELA…
Procompsognathus
CGI de cuerpo entero, animatrónicos de cuerpo entero y puppets.
En realidad su participación es bastante menor. Sus mejores escenas están en la primera novela.
Stegosaurus
CGI de cuerpo entero y animatrónicos de cuerpo entero.
Si mal no recuerdo, la escena con estos herbívoros es casi igual a la de la película.
CGI de cuerpo entero.
No aparece, pero debo decir que en la peli es uno de los peores efectos especiales.
Parasaurolophus
CGI de cuerpo entero.
Tiene un pequeño papel entre las manadas de grandes herbívoros de Isla Sorna.
CGI de cuerpo completo.
Tiene un pequeño papel entre las manadas de grandes herbívoros de Isla Sorna.
Tyrannosaurus Rex
CGI de cuerpo completo y animatrónicos.
La pareja de T.Rex, macho y hembra, que buscan desesperadamente a su cría secuestrada por Dodgson es el hilo conductor de una buena parte de la narración.
Triceratops
CGI de cuerpo completo.
Al sentir amenazado su territorio, salva a los protagonistas embistiendo contra Velociraptors hambrientos.
CGI de cuerpo completo.
No aparece.
Velociraptor
CGI de cuerpo completo y animatrónicos de cuerpo completo.
Protagonizan una persecuición llena de suspenso a través de las instalaciones abandonadas de InGen.


PARA LA TRIVIA: Al no haber nada en claro sobre alguna posible secuela fílmica de Parque Jurásico, la compañía Ocean, dueña de la licencia para producir los videojuegos basados en la franquicia, lanzó una segunda parte para Super  Nintendo. El juego titulado Jurassic Park II: The Chaos Continues apareció para la Navidad de 1994 y se basaba en el mismo Game Engine diseñado por Ocean para Alien 3 (LJN, 1992), además de que lucía algunos cinemas bastante espectaculares y que es uno de los juegos más difíciles jamás programados para la consola.
    Lo más curioso es la historia del juego: La compañía BioSyn ha enviado un grupo de mercenarios y científicos a las ruinas del parque en Isla Nublar para extraer muestras y especímenes de dinosaurios. El jugador controla a Alan Grant quien (por alguna extraña razón) es reclutado por John Hammond para detener a los mercenarios y a los dinosaurios que andan sueltos por la isla. Nótense las similitudes con el argumento de la segunda novela de Crichton, que para esas fechas aún no se publicaba.
PARQUE JURÁSICO III
Jurassic Park III, Joe Johnston, 2001
Quienes vimos la segunda película y nos sentimos defraudados supimos que la saga de Parque Jurásico hasta ahí había llegado, ya no tenía adonde más ir. Creímos que la historia no daba para más… y en verdad, no daba para más; pero aun así, Spielberg produjo esta secuela que pareció tomar a todo mundo por sorpresa.
    Esta fue la única película de la saga (hasta el momento, por lo menos) en no estar basada en una novela de Crichton y, aunque la producción se acercó a él originalmente para pedirle que escribiera el guión, el novelista rechazó la oferta.
    El mismo Steven Spielberg quiso quitarse de encima la presión de dirigir y le cedió la silla al incompetente profesional Joe Johnston, cuyos créditos incluyen porquerías del calibre de Jumanji (1994) y El hombre lobo (2010). Al no estar dirigiendo Spielberg, John Williams también decidió no participar en el proyecto.
    A pesar de lo anterior, los actores Sam Neill y Laura Dern repitieron sus papeles como los doctores Alan Grant y Ellie Sattler, respectivamente. Los nuevos integrantes del elenco serían el veterano William H. Macy y la mediocre, aunque atractiva, Tèa Leoni.
    Asimismo, el mago de los efectos especiales, el desaparecido Stan Winston, participaría por tercera vez en la saga creando a los dinosaurios animatrónicos, que eso sí ha de reconocérsele a esta cinta, fueron los mejor logrados de la trilogía.
    El argumento peca de simplón y más que otra cosa es un pretexto. En esta ocasión, Grant es contratado a regañadientes por el matrimonio Kirby (Leoni y Macy en una de las parejas con menos química en pantalla que se han visto) para que les dé un tour aéreo guiado sobre Isla Sorna. Las expectativas del paleontólogo sobre un viaje tranquilo y sin aterrizar en la isla se ven frustradas cuando descubre que los Kirby en realidad han contratado a un grupo de mercenarios para buscar y rescatar a su hijo, desaparecido en la isla una semana antes.
    La gran ventaja de esta tercera entrega de la saga de Jurassic Park es que hace que la segunda parezca buena. El hilo conductor de la historia es muy débil y el argumento es casi inexistente. Más que una historia bien integrada parece un montón de cosas que pasan y ya, sin tener relación unas con otras. Los diálogos son torpes y los personajes pecan de simples, por no mencionar que se presentan montones de situaciones absurdas que caen en lo inverosímil.
    No es de sorprenderse entonces que esta película sea la más corta de la trilogía, con 93 minutos de duración; y qué bueno, porque con esa duración apenas si es soportable.
    Y así como el guión de la segunda parte se nutrió de varios pasajes de la primera novela que no fueron incluidos en la primera película, así lo hizo también esta secuela. Son dos las escenas del primer libro que fueron incluidas en esta cinta: la escena del aviario y la del río de la selva.
    La novela original de Crichton incluía un capítulo en el que Alan Grant y los hermanos Lex y Tim Murphy, tratando de regresar al centro para visitantes del parque, entran sin saberlo en un aviario prehistórico donde son atacados por diversas especies de pterosaurios. En la tercera película, la familia Kirby junto con el Dr. Grant y su asistente, Billy Brenan (Alessandro Nivola), cruzan un puente colgante que atraviesa un aviario prehistórico abandonado, y donde son atacados por un par de Pteranodon de mayor tamaño que el real.
    No sólo el tamaño de los animales es incorrecto, que será una licencia en aras del dramatismo; sino que en esta escena se encuentra uno de los errores paleontológicos más terribles de la trilogía. Se entiende que los artistas de efectos especiales decidieran tomarse algunas libertades al fabricar los animatrónicos, pero ¿ponerle dientes al Pteranodon, un animal cuyo nombre significa etimológicamente “Alado y sin dientes”?
    La segunda escena no fue tomada del primer libro de manera literal, sino que más bien se inspiró en él. La familia Kirby y Grant navegan por una laguna a bordo de una pequeña embarcación y son atacados por un feroz Spinosaurus. En el libro de Crichton había una escena muy similar que involucraba a Grant, los niños Murphy y un Tyrannosaurus Rex que los perseguía por un río.
    El Spinosaurus aegyptiacus fue descubierto en Egipto por científicos alemanes en 1917. Puesto que sus escasos restos fósiles fueron destruidos en el bombardeo a Dresde en la Segunda Guerra Mundial, el aspecto de este dinosaurio permanecía como una mera conjetura. Fue hasta finales del siglo XX cuando se descubrieron nuevos huesos que ayudaron a los científicos a clasificar correctamente a este dinosaurio y a definir un aspecto más cercano al que pudo tener realmente. Ahora sabemos que el Spinosaurus quizá fue el mayor dinosaurio carnívoro de todos, llegando a medir hasta dieciocho metros de largo (el T. Rex sólo media doce). Así las cosas, el Spinosaurus fue elegido como el máximo depredador de Isla Sorna para esta película.
    Una de las situaciones más absurdas y que más odié de esta cinta es el hecho de que en una escena el Spinosaurus devora al mercenario que lleva consigo un teléfono satelital. Después, cada que el depredador se encuentra cerca, se escucha el ringtone del teléfono... ¡Por favor! ¿Esto es Parque Jurásico o Peter Pan?
    Aunque es muy poco realista, la escena en la que combaten el Tyrannosaurus Rex y el Spinosaurus es una de las más memorables de esta cinta. La secuencia combina imágenes CGI y animatrónicos de una manera magistral, pues la diferencia es prácticamente imperceptible. De hecho, el animatrónico del T. rex sí fue destruido en esa escena, ya que para filmarla los titiriteros pusieron a pelear a los dos robots de tamaño natural; así pues, la torcedura de cuello del Lagarto Tirano Rey fue real.

    Esta tercera cinta fue prácticamente ignorada por la crítica y tuvo un recibimiento bastante tibio por parte del público, por no mencionar a los fans, quienes la repudiaron sonoramente. Incluso el merchandising de la película se vendió poco. Esta es, sin duda alguna, la peor película de la saga. Recuerdo que cuando fui a verla al cine y dije para mis adentros “¡Oh, por fin va a pasar algo interesante!” aparecieron los créditos finales en la pantalla.
    En conclusión, uno puede ver sólo las escenas “padres” de esta película y saltarse todo lo demás sin culpa alguna… De hecho, pueden verse sólo las primeras dos películas sin ningún remordimiento.

PARA LA TRIVIA: Casi inmediatamente después de que se estrenó Parque Jurásico el director Joe Johnston se acercó a Steven Spielberg para pedirle la oportunidad de dirigir la segunda parte. El director de Tiburón se negó diciéndole que “si algún día hacemos segunda parte de Parque Jurásico yo voy a dirigirla también”. Como especie de premio de consolación, Johnston dirigió, en 1995, uno de los más sonados fracasos del cine de aventuras: Jumanji.

JURASSIC PARK IV anteriormente conocida como JURASSIC PARK: EXTINCTION
Colin Trevorrow, 2014
En el transcurso de los últimos cinco años tanto Universal Pictures como Steven Spielberg y Kathleen Kennedy han anunciado y desmentido el lanzamiento oficial de la cuarta parte de la saga. Finalmente, a principios de este año, las negociaciones llegaron a puerto y se planea el estreno de esta película para el 13 de junio de 2014.
    Originalmente, la cinta se llamaría Jurassic Park: Extinction y ya había un argumento escrito para ella. La historia se trataría sobre una pandemia que se extiende por el mundo diezmando a la raza humana. Un grupo de científicos descubriría que este mortal virus es una mutación de un virus prehistórico que atacaba a los dinosaurios e irían a la Isla Sorna para recolectar muestras para crear una vacuna.
    Se pretendía que para esta secuela regresaran los miembros del reparto original (por lo menos Neill, Dern y Goldblum). La verdad era que, para mediados del año pasado, Spielberg estaba seguro como productor; pero no había un guión ni un guionista definidos, ninguno de los actores estaba confirmado y, lo que era peor, ningún director había aceptado el proyecto. Además de que la repentina muerte de Stan Winston en 2008 dejó sin cabeza al departamento de efectos especiales.
    Actualmente parece que el argumento de la pandemia fue desechado y que la película se filmará en 3D de origen. Se tiene confirmado al director de televisión Colin Trevorrow, quien con éste dirigiría su segundo largometraje; y se trabaja con un guión escrito por Rick Jaffa y Amanda Silver (El planeta de los simios [r]evolución y La reliquia [1997]). Los demás datos de este proyecto en etapa de preproducción se mantienen en (supuesto) secreto y sólo se ha divulgado que la mayoría de los dinosaurios que aparecerán en la cinta serán nuevos y que los dinosaurios que repiten serán completamente rediseñados.
    A principios de este año cuando se anunció oficialmente la fecha de estreno, la página de Facebook de Jurassic Park preguntó a sus seguidores: “¿Qué esperan de la cuarta película de Jurassic Park?”. La respuesta casi unánime fue: “Que no apeste como la tercera”.